A partir del 1 de enero de 2024, una serie de cambios significativos entran en vigor para las empresas que ofrecen prácticas no remuneradas a estudiantes, ya sean universitarios o de formación profesional. Estos cambios afectarán la forma en que se considera a los alumnos en prácticas, su cotización a la seguridad social, y la burocracia asociada. Aquí hay un resumen de lo que debes saber:
Asimilación a Empleados por Cuenta Ajena:
Los alumnos que realicen prácticas no remuneradas serán asimilados a empleados por cuenta ajena. Esto implica que estarán sujetos a cotizaciones a la seguridad social, excluyendo prestaciones como desempleo, FOGASA, formación profesional e incapacidad temporal por contingencias comunes.
Procedimientos Administrativos:
Para cumplir con estas nuevas regulaciones, las empresas deberán solicitar un Código de Cuenta de Cotización (CCC) específico y gestionar las altas y bajas de afiliación. El plazo para comunicar a la Tesorería General de la Seguridad Social dichas altas y bajas será de diez días naturales desde el inicio o finalización de las prácticas.
Reducción del 95% en Cotizaciones:
A pesar de la obligación de cotizar, se aplicará una reducción del 95% en las cotizaciones. El plazo reglamentario de ingreso de las cuotas correspondientes a los primeros tres trimestres del año se desplaza al mes siguiente al trimestre correspondiente.
Impacto en las Empresas:
Este cambio introduce nuevos trámites administrativos y costos de asesoría para las empresas que ofrecen prácticas no remuneradas. La suma de estas nuevas regulaciones puede llevar a que algunas empresas reconsideren la participación en programas de prácticas, ya que ahora implica una carga financiera adicional.
En resumen, las prácticas no remuneradas, aunque valiosas para el desarrollo académico, ahora conllevan una serie de responsabilidades adicionales para las empresas. Estaremos atentos a cómo estas nuevas regulaciones afectan la dinámica entre empresas y estudiantes en el ámbito de las prácticas.
